
La niña aprovechó un corto viaje de sus padres para invitar a unos 60 amigos. Pero la 'party' se les fue de las manos debido a las promesas de sexo y alcohol en MySpace. Siete coches de policía tuvieron que acudir a las cuatro de la mañana del día de la fiesta para desalojarla. Y se encontraron de todo, según 'The Guardian'.
Por desgracia esta vez la tecnología y la fuerza de Internet no ha sido tan bueno como podría. De acuerdo, es un caso aislado, pero significativo. ¿No quería esta chica fiesta? Pues toma tres tazas. Por lo visto, hasta fletaron hasta minibuses para ir a su casa.
¿Moraleja? Cuidado con lo que decimos en la Red. Primero, porque ahí queda para siempre. Segundo, porque se puede difundir tan rápido que podemos desear arrepentirnos en apenas un par de días. Toda precaución es poca.
Noticia sacada del El Mundo dígital
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