La primera es una película francés dirigida por Bertrand Tavernier. Sátira política que habla sobre los discursos realizados a un Ministro de Asuntos Exteriores de Francia. Ministro que siempre dispuesto a tratar con los poderosos y consolidar su candidatura para el Premio Nobel de la Paz.
Se basa en un cómic y es una película en la que seguro que os reiréis. Buenas interpretaciones y, aunque no entra muy a fondo en la política, si que tiene algunas referencias hirientes para el político en que se basa.
Entretenida película y con mucho más nivel que la media de las películas que tenemos en nuestra cartelera.
La segunda película es japonesa. Trata de una familia con un niño de seis años que se entera que su hijo fue cambiado en el hospital donde nació y por tanto no es su hijo. Parece que fuera un drama, pero el director trata el tema, muy peliagudo por otra parte, de un modo entretenido y con toques de humor incluso, sobretodo haciendo que las familias que se intercambian los niños sean muy diferentes.
Una película divertida, entretenida, muy bien hecha y que no sólo se queda en eso, ya que se rescata una pregunta que yo antes de ver esta película no me había hecho. ¿Tu hijo es tu hijo por tener tu sangre o por qué lo has educado?
Muy recomendable.
Y la última, de las tres es la que más me gustó. Esto no quiere decir que las otras sean malas ni mucho menos, pero quizás el momento, el lugar hizo que me metiera mucho en la película y que me gustará mucho.
Es una película danesa que recibió muchos premios en Europa y en todos los festivales que estuvo. La verdad es que trata un tema peliagudo, que mejor no desvelar para que la veáis con sorpresa como yo que no sabía muy bien de qué iba. Está relatada de un modo que estás sufriendo por el protagonista y te preguntas cómo se pueden dar esas situaciones.
Actores en estado de gracia en un drama que merece y mucho la pena ver.
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