Esta prueba consiste en sentar a un niño frente de una mesa y luego se coloca un
marshmallow (yo lo llamo jamón), vamos un dulce, al frente, luego le tienen que decir al niño que si no se come el
dulce, cuando regreses, tendrá otro como premio.
¿Tortura? No, hombre, no. Es una muestra sobre un comportamiento, de una emoción a veces un impulso. Hablamos de la gratificación diferida o gratificación retrasada es la capacidad de esperar el fin de obtener algo que uno quiere. Esta capacidad es generalmente considerado como un rasgo de personalidad que es importante para el éxito de la vida.
Pero aparte de lo científico de la prueba, lo mejor son las caras de los niños. La verdad yo no sé qué hubiera hecho. ¿Y tú?
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