Entre el trabajo, el ejercicio, los amigos, la familia, y una serie de hobbies, preparar la comida parece cada vez más una actividad de las mamás o las abuelas, que tenían más tiempo y dedicación para ello. Para una persona cualquiera cocinar no siempre es una cuestión de gusto o de dificultad, sino de tiempo. A mí me gusta la cocina, pero claro no puedes hacer siempre lo que te apetece porque no hay tiempo para ello.
El microondas ha venido a ayudarnos en una sociedad que cada vez se mueve más aprisa. Lo encontramos en casas, restaurantes y oficinas; calienta y descongela, saca del apuro y definitivamente ahorra muchísimo tiempo. También ha sido catalizador de toda una industria de “congelados” y “comida de microondas”, básicamente pre-hecha y lista para desembalar, ponerle tiempo al “micro”, buscar un tenedor, y listo.
Experimentar en la cocina ha llevado a muchos a descubrir formas de reemplazar al horno convencional, o las grandes estufas, por procedimientos para el microondas con resultados positivos. ¡Ya no hay que esperar media hora para que se cueza un pastel, y podemos freír unas patatas con mucho menos aceite!
Quizá hace falta experimentar un poco más, pero preparar algo rico ahora no es cuestión de tiempo:
Alitas de pollo
Pastel de queso
Flan
Galletas
Pizza
Huevos tibios
Pastel imposible
Pizza de carne
Bizcochuelos
Pollo a la cerveza
Pastel de queso
Flan
Galletas
Pizza
Huevos tibios
Pastel imposible
Pizza de carne
Bizcochuelos
Pollo a la cerveza
Así que ya no hay excusas para no comer algo rico, ni para decir que no se sabe cocinar. Estoy convencido que la cocina es una cuestión de práctica, hay que cometer errores, y saber saborear el resultado final. Claro que hay quienes tienen mejor “mano” o paladar, pero cualquiera puede hacer algo más que un bocadillo, o descongelar una lasagna para cenar frente al televisor.
¿Tu has experimentado con el microondas y platillos más elaborados? Espero tus comentarios en esta entrada.
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