Cogimos el coche a la mañana temprano y pudimos comprobar que no todos los taxistas eran bruscos al conducir. Este nos llevó muy bien, aunque el caos de las carreteras era real. Dos pitidos cortos y ya tienes potestad para hacer lo que quieras.
Llegamos a Nilaveli, nuestra siguiente parada. Era un pequeño pueblo de mar con mucho pescadores y con gente que parecía musulmana. En Sri Lanka la religión que más hay es el budismo (aunque supuestamente no es una religión...) como habíamos visto en Anuradhapura, luego el hinduismo y una parte muy pequeña musulmana y católica. La verdad es que es un placer ver como pueden convivir todas esas religiones sin problemas y respetándose unas a otras.
Cuando llegamos al hotel lo primero que preguntamos si podíamos ir a la isla Pigeon para hacer snorkel. Nos dijeron el precio y nos dijeron que lo mejor es que fuéramos cuanto antes porque a la tarde parecía que era peor. Entendimos por el calor que haría, pero luego descubriríamos que era por las mareas y así no podían llegar los barcos.
Llegamos a la playa que estaba como a 200 metros del hotel, y allí nos cogió una barca con salvavidas para llevarnos a la isla. Cuando llegamos a la isla la verdad es que a mi me decepcionó un poco. Estaba llena de turistas y no era muy grande, así que estábamos todos buscando sombra en la poca vegetación que había. Pero la verdad es que luego fue una de las cosas más chulas que hicimos en las vacaciones. Dejamos las mochilas y fuimos al agua a hacer snorkel con la suerte de que casi nadie hacía snorkel, así que estábamos casi solos.
Snorkel (o Esnórquel, como realmente se escribe en castellano) designa de manera general un dispositivo en forma de tubo que sirve para suministrar aire a algo o a alguien (para que ese alguien pueda respirar). Un tubo con unas gafas de bucear con las que buceas a ras del agua y miras por el coral que hay la vida marina. El lado que hicimos a la mañana estuvo super chulo. Me costó cogerle el tranquilo (de hecho lo cogí cuando nos fuimos de la isla, qué pena!!!) pero es increíble la de fauna que vimos. Tortugas, tiburones, peces raros, Dorys y Nemos a patadas, unos oscuros super grandes, estrellas de mar,... y todo muy cerca de la orilla. Llevamos una cámara de estas acuáticas de carrete y algo ya salió como podéis ver.
Después de comer el bocadillo de pan de molde (no nos iba a pasar como el día anterior) hicimos snorkel, pero en el otro lado. Una pena porque yo ya había cogido el tranquillo, pero había menos cosas que ver. Aunque sí que es verdad que había ya menos turistas y más turista autoctonos. Curiosamente se meten con ropa al agua, sobretodo ellas, pero es general. Ellos van con pantalones y a veces hasta con camisa. Ellas con una especia de shari (o como se escriba).
Al llegar de nuevo a la playa, fuimos a ducharnos y después fuimos a pasear en la playa cerca del pueblo. Para ello regateamos un tuk-tuk, aunque aquí yo me dí cuenta que el regateo de Sri Lanka es diferente al que yo conocía. Otro día hablaré de esto... En el paseo al atardecer vimos varias calles que eran para evacuar del tsunami. En la costa de Nilaveli llegó el tsunami de "Lo imposible" en 2008 y al parecer cuando después preguntamos, murió bastante gente... Había señales para evacuar la playa. Acojona un poco....
El sol daba al otro lado, así que pensé que habría un gran amanecer en nuestra playa. Y aunque me costó levantarme, allí fui sin compañía (ellas prefirieron quedarse a dormir) a las 5:00 de la mañana. Llegué a la playa y una bandada de cuervos muy grande se levantó. Antes no he hablado de los cuervos. En Nilaveli fue dónde vimos que en Sri Lanka no hay gaviotas, que los pájaros que abundan en los sitios de playa son los cuervos negros. Algo raro...
El pueblo se despertaba y llegaban pescadores con pescados. Algunos me decían si quería y unos tipos me preguntaron las "preguntas", cuatro preguntas que hace todo el mundo en Sri Lanka y de las que también hablaré en otra entrada. Pena que una nube tapara el sol y no pudiera ver el amanecer en todo su esplendor, pero aún así mereció la pena el madrugón. La verdad es que los colores que vimos allá al amanecer y al atardecer no son iguales que aquí. Ni siquiera las cámaras reflex recogen ese color. ¡¡Qué difícil de hacer una foto que refleje lo que vimos!!
Después de desayunar iríamos a otro sitio.... pero eso ya es otra historia....
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