viernes, 8 de febrero de 2019

Vive

Uno de los poemas más famosos de Charles Chaplin y que nos ofrece una lección fabulosa sobre el crecimiento personal, comienza así: “Cuando empecé a amarme de verdad comprendí que en cualquier circunstancia, ante cualquier persona y situación, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Fue entonces cuando puede relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre: autoestima”.

Cuenta la historia que hubo un momento donde en el mundo del arte, la ciencia y la cultura solo brillaban dos nombres sobre los demás. Era el de Charles Chaplin y Sigmund Freud. Si el primero tenía el rostro más familiar y más admirado, el segundo disponía, en apariencia, de la mente más brillante.

Era tal la notoriedad de ambas figuras que Hollywood pasó muchos años intentando que el padre del psicoanálisis se involucrara en alguna gran producción. Fue en 1925 cuando el director de MGM (Metro-Goldwyn-Mayer), Samuel Goldwyn, llamó a Freud para alabar sus trabajos y publicaciones definiéndolo como “el mayor especialista en amor del mundo”. Después, le propuso colaborar con él asesorándolo en una nueva producción: “Marco Antonio y Cleopatra”.

Le ofreció algo más de 100.000 dólares, pero Freud dijo “no”. Tal era la tirantez del psicoanalista austríaco con este tipo de arte que se llegó a creer que odiaba el cine y a toda la industria cinematográfica. Sin embargo, en 1931 Sigmund Freud escribió una carta a un amigo revelándole su profunda admiración hacia alguien a quien denominó “genio”. Alguien que ante sus ojos mostraba al mundo la transparencia más admirable e inspiradora del ser humano. Era Charles Chaplin.


Os dejo con otro poema de este gran artista. Un poema que es un resumen de la vida. Un poema sobre la vida. ¡Vive!

¡Vive!
Ya perdoné errores casi imperdonables.
Trate de sustituir personas insustituibles,
de olvidar personas inolvidables.
Ya hice cosas por impulso.
Ya me decepcioné con algunas personas,
mas también yo decepcioné a alguien.
Ya abracé para proteger.
Ya me reí cuando no podía.
Ya hice amigos eternos.
Ya amé y fui amado pero también fui rechazado.
Ya fui amado y no supe amar.
Ya grité y salté de felicidad.
Ya viví de amor e hice juramentos eternos,
pero también los he roto y muchos.

Ya lloré escuchando música y viendo fotos.
Ya llamé sólo para escuchar una voz.
Ya me enamoré por una sonrisa.
Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y…
Tuve miedo de perder a alguien especial
y terminé perdiéndolo
¡pero sobreviví!
¡y todavía vivo!
No paso por la vida
y tú tampoco deberías sólo pasar… ¡Vive!
Bueno es ir a la lucha con determinación
abrazar la vida y vivir con pasión.
Perder con clase y vencer con osadía,
porque el mundo pertenece a quien se atreve
y la vida es mucho más para ser insignificante

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