El padre de Aminodín siempre sonríe porque dice que “las personas alegres viven más”. Por eso, a sus ocho años, Aminodín pone su mejor sonrisa mientras trabaja en el vertedero de Papandayan, donde vive con su familia.
Su primo Aliman, en cambio, perdió la suya cuando en la ciudad de Marawi empezaron a caer bombas del cielo. Ahora, Mientras Aliman pasa los días triste y cabizbajo en un campo de refugiados... Aminodín idea un plan para ayudarle a volver a sonreír.
Ese es la sipnosis del corto documental que ha hecho Acción contra el hambre con Javier y Guillermo Fesser, que se estrenó hace poco en Movistar y que yo tuve la suerte de ayudar a que se hiciera con un poco de dinero.
Una historia sobre hambre, sueños rotos y esperanza. La película, de 32 minutos, ha sido rodada en la isla de Mindanao (Filipinas), una de las zonas del mundo más golpeada por la crisis climática y más de cinco décadas de conflicto.
No os la perdáis, incluso para verla con niños para que vean que no en todo el mundo se vive como aquí. Espero que si podéis verla os guste tanto como a mi.
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