El primero, Wes Craven, fue el rey del terror del mundo del cine. Él dijo que seguía haciendo películas de terror porque le mantenía alejado de las calles, sin perder jamás el sentido del humor.
Sin embargo, un cáncer cerebral le ha apartado de lo que más le gustaba hacer a los 76 años. Padre de personajes como Freddy Krueger y su "Pesadilla en Elm Street", que durante décadas aterrorizó a millones de espectadores y de la saga más reciente de "Scream". De hecho, como homenaje os dejo con los 5 primeros minutos de la primera película de esta saga, que para mí es uno de los mejores momentos del cine de terror de los últimos años.
Pero no solo trató de cautivar al público con cuchillos y sobresaltos también dirigió otras películas como la cinta, 'Música del corazón', con la que Meryl Streep obtuvo una nominación al Oscar en 1999, un drama sobre una profesora en el Harlem latino.
Aún así, estaba asociado al terror de forma ineludible. Películas como "Las colinas tienen ojos" o "La última casa a la izquierda" son una muestra de su talento.
El segundo es un neurólogo británico. Oliver Sacks falleció ayer en su casa de Nueva York con 82 años a causa también de un cáncer.
Oliver Sacks, que nació en Londres, Reino Unido, pero vivió en Nueva York desde 1965, fue un aclamado escritor de muchos libros sobre enfermedades o trastornos médicos inusuales, como "El hombre que confundió a su esposa con un sombrero", "La isla de los ciegos al color" donde hablaba de una extraña comunidad de personas que no perciben los colores, "Un antropólogo en Marte" donde describió a los pacientes que lidiaban con diferentes trastornos desde el síndrome de Tourette al autismo, pasando por la epilepsia, el síndrome del elefantismo, esquizofrenia y alzheimer o "Viendo voces" en el que investigó el mundo de los sordos y el lenguaje de signos.
Os preguntaréis porque este médico estaría en la sección de clásicos. Su obra "Despertares", una de sus obras más famosas y que trata la historia de cómo logró traer a un grupo de pacientes "de vuelta a la vida" después de que pasaran años "en estado congelado" como secuela de una enfermedad, inspiró la película del mismo nombre que fue candidata a varios premios Oscar, interpretada por Robin Williams y Robert de Niro, ambos haciendo una magistral interpretación. Una buena película que no estaría mal ver de nuevo y de la que os dejo su trailer.
Recibió varios títulos honorarios en reconocimiento a su contribución a la ciencia y la literatura, y ayer fueron muchos los que mostraron su respeto por Sacks en la red social Twitter. Gente como la escritora JK Rowling y el biologo Richard Dawkins se acordaron de él.
Que mejor que acabar esta entrada con una frase que dejó escrita este último personaje sobre la muerte:
"Cuando las personas mueren, no pueden ser reemplazadas. Dejan un agujero que no se puede llenar por cuanto es el destino -genético y humano- de cada ser humano el ser único, encontrar su propio camino, vivir su propia vida, morir su propia muerte".
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