Después de descansar en el hotel y tomar nuestro primer desayuno en Sri Lanka. La verdad es que estuvo bien y pudimos elegir entre tortilla (a la que echaban algo que picaba) y huevos fritos. Luego había té o café (el café al parecer no es muy bueno según la experta que llevábamos...) y fruta como platanos pequeños (nunca había visto tan pequeños y los veriamos en casi todos los desayunos de la isla y sin atrevernos a tomar zumo de naranja (bueno supusimos que era de naranja) por las advertencias que nos dieron en el centro de Vacunación Internacional. Después de prepararnos, preguntamos al hotel para ir a la ciudad antigua de Anuradhuapura y para que nos llamaran a un tuk-tuk para hacer el recorrido a la ciudad.
Anuradhapura es una de las capitales más antiguas de Sri Lanka, conocida por sus ruinas muy bien conservadas. La civilización que se desarrolló en torno a esta ciudad fue una de las mayores de Asia. En la actualidad está considerada por la Unesco, desde el año 1982, como Patrimonio de la Humanidad y abarca un área muy grande. Se podría hacer andando, pero con el calor que hace (calor muy húmedo) recomiendo que se haga en tuk-tuk para que te lleven a los sitios más visitados y conocidos y no andar tanto.
El tuk-tuk (lo escribo así, pero realmente no sé cómo se escribe) es, según la wikipedia, un vehículo triciclo motorizado. Es una versión motorizada del tradicional rickshaw (pequeño carro de dos ruedas tirado por una persona) y del velotaxi (vehículo de tres ruedas impulsado a pedal). De uso extendido en distintas regiones de Asia, los tuk-tuk lentamente fueron popularizándose en todo el mundo. Se los usa frecuentemente como taxi y vehículo de reparto de mercancías, aunque en algunos lugares tiene una función casi exclusivamente turística, como en Sri Lanka. Muchos de los kilómetros que hicimos fue en tuk-tuk. En los que hay que regatear, pero de esto ya hablaremos en otra entrada. Yo creo que lo mejor para viajar en tuk-tuk son dos personas, pero nosotros un poco apretados ya cabíamos. Más vale que tampoco andamos muchos Kms seguidos en uno...
Bueno, cogimos el tuk-tuk y fuimos para allá. Paramos en una taquilla un poco perdida de la mano de Dios y nos dijeron el precio que eran 25$ por persona (eso ya habíamos leído que era así y que entrar en los sitios nos iba a salir caro). Nos resultaba un poco raro esa taquilla (que por cierto hay que pagar casi todo al contado, no tienen en muchos sitios aparato de tarjeta). Al final pagamos y no nos timaron. Era allí ;-).
Pasamos todo el día en la ciudad. Casi perdida en medio de la jungla, esta ciudad repleta de yacimientos arqueológicos llegó a ser la capital de un extenso reino. En la actualidad esta antigua ciudad, sagrada para el budismo, cuyos monasterios circundantes cubren un área de más de 40 km², es uno de los mayores yacimientos arqueológicos del mundo. Y lo más deslumbrante es que son muchos del siglo IV antes de Cristo. ¡¡¡¡Eso es muchos años!!!!
Vimos la impresionante dagoba de Ruwanwelisaya, uno de los símbolos más conocidos de Anuradhapura. Su forma redondeada de un impoluto mármol blanco la han convertido en una de las grandes maravillas de Sri Lanka. Sus medidas son impresionantes: tiene una circunferencia de más de 200 metros y una altura que supera los 55 metros. Esta dagoba o estupa fue construida en el siglo II antes de Cristo. Junto a esta impresionante dagoba vimos otra de menor tamaño, pero no importancia, la de Thuparama. Se cree que este pequeño edificio fue construido en el siglo III antes de Cristo, con lo que se convierte en una de las estupas más antiguas de todo el mundo. Otro de los lugares de Anuradhapura que no se puede perder es el templo de Isurumuniya, excavado en la roca. En las paredes de este santuario podrá disfrutar de centenares de relieves y esculturas de gran belleza. En esta había que volver a pagar. Poco, pero volver a pagar. La verdad es que a los turistas nos sangran.
Vimos más pagodas y muchos budas. La verdad es que al principio todas las figuras y las estupas te deslumbraban, pero luego al final del día, cuando veías una más era como "mira otra estupa" "mira otro buda". También, todo hay que decirlo, no está muy bien indicado. En las zonas hay letreros en inglés que te explican bastante bien, pero es tan grande que no sabes si además de la estupa tienes que ver algo más alrededor. Quizás estaría guay un mapa o algo que te hiciera un resumen de lo que hay que ver y de qué es cada cosa. Después de las estupas y los budas, ver una piscina donde se bañaban y demás nos pareció todo un hallazgo.
A mi lo que más me gustó fue un sitio, en el que no había turistas y que nos metimos en plena jungla con un montón de ruinas. Quizás no era tan deslumbrante, pero tenía su encanto y estábamos solos. Podéis ver en una de las fotos el sitio para que os hagáis una idea. Y llegamos allí por casualidad.
Además también me sorprendió de la ciudad que no sólo había turistas, sino que había muchos habitantes de la isla que iban a rezar, viendo que es algo muy importante en el budismo. Todos iban con ropas blancas, bueno casi todos. Siempre había monjes que iban de naranja. Vimos uno que parecía que se había hecho hace poco, era muy joven. Luego la gente hace ofrendas y ponen flores, comida y trajes para los monjes. El budismo no es una religión supuestamente, pero yo ahora creo que es otra por todo lo que hemos visto.
Hay que llevar las rodillas y los hombros cubiertos. Yo tuve que ir en pantalones largos cuando íbamos a visitar templos y mis compañeras de viaje tuvieron que llevar fulares y pañuelos para cubrirse los hombros. También hay que entrar descalzo en muchos sitios, así que os aconsejo que llevéis calzado cómodo, pero a la vez fácil de quitar. Tampoco os olvidéis cuando vayáis unos calcetines. Las piedras queman mucho para ir descalzo. Bueno, por lo menos para nosotros, porque ellos creo que podrían pasar por una cama de clavos y no sentirían nada.
Lo peor fue que nuestro conductor de tuk-tuk no tenía idea de inglés (menos que yo que ya es decir...) y entonces no sabíamos si nos quedaba poco o mucho, si había que comer allí o esperar al hotel. Quizás si el conductor hubiera sabido inglés también nos hubiera dado más información de lo que había que ver en cada punto. Tan sólo hacía gestos con la cabeza que no sabíamos si era sí o no y decía los nombres de los templos o lugares donde parábamos que nos sonaban a chino (bueno, más bien a indio jajajaja) Al final con una sandia en los puestos que había bastantes por todos los sitios y una magdalena aguantamos durante todo el día. Eso sí, bien de agua, que hacía mucho calor.
Después de 7 horas volvíamos al hotel, fuimos a comprar pan para poder llevar el embutido que llevamos desde aquí y que no nos pasará lo que nos había pasado en esta ciudad y si nos pillaba fuera una hora de comer por lo menos tener algo para comer. Ducha, cena (de la comida ya hablaré en otra entrada) y a la cama. Al día siguiente teníamos que coger un coche para ir a la playa...
1 comentario:
Uauuuuuu, no había oído nunca hablar de este lugar.....
Publicar un comentario