¿Tantas horas para ver esto?

Ahora que hay mucha gente de vacaciones todos hemos tenido alguna vez ese sentimiento de bajón al llegar al sitio emblemático del país que vistamos. ¿Tantas horas para ver esto?

Ya sea porque las fotos engañan o porque la masa humana no te deja disfrutar de la experiencia, hay que estar preparado para estas decepciones. El libro de Bill Bryson "Caminos no transitados: 1.000 sitios maravillosos fuera del circuito turístico" se atreve a señalar el top-5 de los bluffs vacacionales.

El Coliseo de Roma (Italia)
Entró en el circuito turístico antes que nadie: concretamente, en el siglo XVIII, cuando los viajeros frecuentes eran un puñado de aristócratas y grandes empresarios. Hoy se ha convertido en una pesadilla de colas y aglomeraciones, durísimas bajo el sol de verano. Vale, es el símbolo de la ciudad, pero lo has visto tantas veces magnificado en películas que solo puede dejarte a medias. Para una experiencia similar, mejor acércate al circo de Pula (Croacia).

A mi me pasó. No fue tanto por la gente que había, sino porque lo ves tantas veces en el cine y quizás como dice tan magnificado que te gusta, pero no es lo mejor de Roma. Por lo menos para mí.

Machu Picchu (Perú)
Seguramente el destino más promocionado de Sudamérica, impresionante por su belleza natural y por la posibilidad de descubrir la cultura Inca. ¿La cruda realidad? El viaje hasta allí es un infierno y la entrada cuesta unos 30 euros. Al final la broma te sale por más de cien machacantes, siempre que seas uno de los escogidos que ha entrado en el cupo del día. ¿Un plan mejor? La Isla del Sol en Bolivia, primer lugar donde brilló el Imperio Inca.

Diga lo que diga Bill, para mi es uno de los lugares que me gustaría ir. Uno de mis sueños con el Tag Mahal.

Petra (Jordania)
Las fotos de Carla Bruni y Sarkozy quizá te hayan animado a visitar la mítica ciudad de las piedras color rosa. Es la atracción número uno del país, que data del siglo tercero antes de Cristo. La ciudad incluye tumbas, templos, almacenes y establos hechos de roca. El muermo comienza cuando llegas allí y ves que el gueto turístico que rodea esta maravilla es casi más grande que la ciudad misma. La masificación hace perder gran parte del encanto a este joya de Oriente Medio. La opción sensata es visitar los monumentos de Lalibela en Etiopía. Son más grandes, más bonitos y mucho menos frecuentados.

Mis padres han estado y les ha encantado. Y a mi me gustaría estar y decir aquello de "Seguidme , conozco el camino".

Stonehenge (Inglaterra)
Estos enormes monumentos de piedra fueron elegidos para celebrar el solsticio de verano desde los antiguos druidas hasta los recientes devotos de la new age. Podemos definirla como una catedral del paganismo místico. ¿El problema? No puedes tocar las piedras, no puedes caminar entre ellas y además cobran entrada. El tiempo suele ser malo y la humedad es alta. No hay un museo que explique su significado ni muchas comodidades para los visitantes. Para obtener lo mismo, pero mucho mejor, se recomienda visitar el cercano Arbury.

Sí, pero a mi me han dicho que al estar alli sientes algo raro, algo chulo.

Angkor (Camboya)
Tiene alguno de los mejores monumentos budistas del sudeste asiático. Docenas de templos espectaculares y el famoso Angkor Wat (el mayor templo del conjunto). Todo ello rodeado de una preciosa jungla. El problema, otra vez, son las agobiantes masificaciones. Parece la plaza de una megaurbe en vez de un lugar de retiro remoto. Cuesta apreciar la majestuosa arquitectura, diseñada para inducir la paz interior. Un remanso de paz religiosa convertido en verbena turística. En todo caso, no se lamenten, siempre queda la alternativa de Borobudur (Indonesia), similar pero sin la marea humana.

Bueno, hay tantos sitios para ver y tanta gente. Sí la verdad es que sería mejor ver todas estas cosas en plan tranquilo y sin gente. ¡¡¡Pero qué dificil!!!

Si sabéis de algún lugar que os pareció que no merecia la pena cuando lo visitastéis podéis escribir en los comentarios. toda información es interesante y de agradecer.