El otro día leí, en Yahoo creo que era, un articulo de cosas extrañas que habían pedido pasajeros en un avión. Como me hizo bastante gracia he querido ponerlo aquí.
Lo normal es pedir un vaso de agua o una mantita para el aire acondicionado. Sin embargo, muchos clientes pierden el sentido de la medida al subirse a un avión. ¿Será el miedo, la falta de oxígeno? La tripulación de Virgin Atlantic Airlines ha recopilado las peticiones más tronchantes con las que han tenido que lidiar a lo largo de toda su carrera.
La tripulación reconoce que una de las preguntas más frecuentes es pedir un poco más de aire. Algo del tipo: “¿Puedo abrir la ventana? Hace bastante calor”. Otro comentario memorable consiste en quejarse del ruido. “¿Podrían apagar algún motor? El sonido es insoportable”, dicen algunos. Según publica el diario The Telegraph, cierta azafata se quedó de piedra cuando uno pasajeros le suplicó que pidiese al capitán que parase las turbulencias. Ojalá fuera tan sencillo…
Los empleados de Virgin también han tenido que lidiar con clientes que piensan que se encuentran en el salón de su casa. Un jefe de cabina se encontró con una mujer que viajaba en el avión con un par de niños. En un momento determinado, la señora quería echarse la siesta y le dijo al personal: “¿Podéis llevar a los críos al cuarto de juegos?”
Peor fue la petición de otro pasajero: “¿Pueden enseñarme donde están las duchas?” o “¿Hay algún McDonalds a bordo?”. Otra azafata asegura que tuvo que buscar un ojo de cristal de un cliente por todo el avión y que, en una ocasión, le pidieron un masaje para la muñeca Barbie de un pasajero.
La relaciones públicas de Virgin, Caroline Lynam, quiso aclarar en el diario inglés, que la tripulación de su compañía sigue tan servicial como siempre: “Ellos siempre estarán dispuestos a hacer algo extra para que nuestros clientes tengan el mejor trato posible, pero hay algunas peticiones que incluso para nosotros resultan difíciles”, aclara.
Lo normal es pedir un vaso de agua o una mantita para el aire acondicionado. Sin embargo, muchos clientes pierden el sentido de la medida al subirse a un avión. ¿Será el miedo, la falta de oxígeno? La tripulación de Virgin Atlantic Airlines ha recopilado las peticiones más tronchantes con las que han tenido que lidiar a lo largo de toda su carrera.
La tripulación reconoce que una de las preguntas más frecuentes es pedir un poco más de aire. Algo del tipo: “¿Puedo abrir la ventana? Hace bastante calor”. Otro comentario memorable consiste en quejarse del ruido. “¿Podrían apagar algún motor? El sonido es insoportable”, dicen algunos. Según publica el diario The Telegraph, cierta azafata se quedó de piedra cuando uno pasajeros le suplicó que pidiese al capitán que parase las turbulencias. Ojalá fuera tan sencillo…
Los empleados de Virgin también han tenido que lidiar con clientes que piensan que se encuentran en el salón de su casa. Un jefe de cabina se encontró con una mujer que viajaba en el avión con un par de niños. En un momento determinado, la señora quería echarse la siesta y le dijo al personal: “¿Podéis llevar a los críos al cuarto de juegos?”
Peor fue la petición de otro pasajero: “¿Pueden enseñarme donde están las duchas?” o “¿Hay algún McDonalds a bordo?”. Otra azafata asegura que tuvo que buscar un ojo de cristal de un cliente por todo el avión y que, en una ocasión, le pidieron un masaje para la muñeca Barbie de un pasajero.
La relaciones públicas de Virgin, Caroline Lynam, quiso aclarar en el diario inglés, que la tripulación de su compañía sigue tan servicial como siempre: “Ellos siempre estarán dispuestos a hacer algo extra para que nuestros clientes tengan el mejor trato posible, pero hay algunas peticiones que incluso para nosotros resultan difíciles”, aclara.
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