Suena fácil ¿verdad? Pero no lo es tanto. Al menos eso demuestra el sitio Do Nothing For 2 Minutes que nos presenta una foto de un océano infinito, el sonido de las olas, y un reloj que cuenta hacia atrás. Si tocamos el teclado, o movemos el mouse: FAIL.
Primero intenté hacerlo un par de veces, fallé por inquieto, pero finalmente aguanté los dos minutos mirando la pantalla sin hacer nada (si te vas a hacer otra cosa mientras, por más que el sitio no lo detecte, ¡no vale, eh!), en parte por comprobarme a mí mismo que mi trastorno de déficit de atención no está todavía tan avanzado, y también para ver qué había al final de este pequeño desafío a la paciencia. La recompensa no es más que un “Well done” y un par de botones para compartir el sitio.
Dicen que hay evidencia de que nuestros cerebros están siendo recableados por la Internet, porque recibimos una pequeña dosis de dopamina cada vez que chequeamos nuestro email o Twitter o Facebook y hay alguna actualización. Entonces estamos desarrollando un poco de TDAH, lo que probablemente no sea muy bueno en términos de ser productivos.
El sitio tuvo unas 20.000 visitas en sus primeras 8 horas, y sigue sumando. Se ve que somos muchos los que nos damos cuenta que esto de tener tantos estímulos puede ser perjudicial. A ustedes qué les parece ¿un desperdicio de preciados minutos que podrían usarse para leer algo, contestar un email o alimentar vacas y pollos virtuales? ¿O una buena idea para recordarnos lo bueno que es parar un rato de vez en cuando? Vayan, reflexionen por dos minutos, y cuéntenme.
Primero intenté hacerlo un par de veces, fallé por inquieto, pero finalmente aguanté los dos minutos mirando la pantalla sin hacer nada (si te vas a hacer otra cosa mientras, por más que el sitio no lo detecte, ¡no vale, eh!), en parte por comprobarme a mí mismo que mi trastorno de déficit de atención no está todavía tan avanzado, y también para ver qué había al final de este pequeño desafío a la paciencia. La recompensa no es más que un “Well done” y un par de botones para compartir el sitio.
Dicen que hay evidencia de que nuestros cerebros están siendo recableados por la Internet, porque recibimos una pequeña dosis de dopamina cada vez que chequeamos nuestro email o Twitter o Facebook y hay alguna actualización. Entonces estamos desarrollando un poco de TDAH, lo que probablemente no sea muy bueno en términos de ser productivos.
El sitio tuvo unas 20.000 visitas en sus primeras 8 horas, y sigue sumando. Se ve que somos muchos los que nos damos cuenta que esto de tener tantos estímulos puede ser perjudicial. A ustedes qué les parece ¿un desperdicio de preciados minutos que podrían usarse para leer algo, contestar un email o alimentar vacas y pollos virtuales? ¿O una buena idea para recordarnos lo bueno que es parar un rato de vez en cuando? Vayan, reflexionen por dos minutos, y cuéntenme.
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