Hoy creo que es el día de poner este cuento que leí por redes sociales. Si tenéis hijos puede ser una manera de darles la noticia a los niños.
– Mamá, mamá… Ana dice que los Reyes Magos son los padres, ¿es verdaaaad?
La madre de Ignacio sonríe, le da un beso y le dice:
– Mira Ignacio. Tengo que enseñarte algo que guardo en este cajón desde hace 7 años.
Su madre saca del cajón un sobre blanco. Lo abre y le dice a Ignacio:
– Esta carta la recibimos en casa el día en que naciste. Es una carta escrita por los Reyes Magos y que nos piden que les hagamos tres favores. ¿Quieres que te la lea?
– ¡Sí mamá, por faaaavor! ¿Qué quieren los Reyes Magos de vosotros?
– Pues escucha y lo sabrás.
Así dice la carta:
Apreciado papá y apreciada mamá de Ignacio:
Somos los Reyes Magos. Sabemos que acaba de nacer Ignacio. Es un niño precioso que os va a hacer muy felices a los dos. Ya sabéis que cada 6 de enero nosotros vamos en silencio a casa de todos los niños y les dejamos unos regalitos para celebrar el nacimiento del niño Jesús y para decirles lo orgullosos que estamos de ellos.
Pero a partir de ahora no podremos hacerlo porque estamos muy viejecitos y cada vez hay más y más niños en este mundo. No podemos ir a casa de todos. Además, ayer me caí del camello y me rompí el brazo (soy Melchor, un poquito torpe).
Gaspar es muy lento porque camina con la ayuda de un viejo bastón y Baltasar ¡nuestro viejecito Baltasar, se olvida siempre de dónde tiene la lista de los regalos. Como ves, ya estamos muy mayores y necesitamos pediros tres favores muy importantes:
1er favor: Que nos ayudéis a poner los regalos a los niños. Cada padre y madre harán nuestro trabajo cada Navidad: leerán las cartas de sus hijos y, con la misma ilusión que la nuestra, les pondrán los regalos como si fuéramos nosotros, celebrando el cumpleaños del Niño Jesús. Así todos los niños del mundo tendrán sus regalos y nosotros podremos descansar y ver, desde lo lejos, sus caritas de alegría.
2º favor: Como esto es un gran secreto, no se lo podréis decir a Ignacio hasta que cumpla los 7 años. Cuando tenga esta edad, ya será mayor y sabrá guardar este secreto. Los niños pequeños no deben saber que nosotros ya no podemos poner los regalos y que son los padres los que nos ayudan. El secreto se ha de decir solo a los niños responsables, a los que ya pueden entender que nosotros les queremos mucho y que sabemos que en ellos está el Niño Jesús, por eso pedimos ayuda a sus padres, las personas que más los quieren a ellos.
3er favor: Algunos padres que nos ayudan están enfermos o no tienen dinero para comprar regalos a sus hijos. Por eso, necesitamos que vuestros hijos se conviertan “un poquito” en Reyes Magos y compartan algunos regalos con los niños que no tienen tanta suerte como ellos.
Nada más. ¿No es demasiado, verdad? Cuando Ignacio te pregunte por primera vez quiénes son los Reyes Magos léele esta carta. Entenderá por qué nosotros hemos confiado en vosotros para hacer nuestro trabajo: porque sois las personas que más lo queréis en el mundo y que mejor pueden ver su enorme y bondadoso corazón de perla.
Melchor, Gaspar y Baltasar
Ignacio mira sonriendo a su madre, con los ojitos abiertos de par en par y sin saber qué decir. Su madre se arrodilla a su lado, lo abraza y le dice, “ahora cariño ya sabes cuál es el gran secreto de los Reyes Magos. Nosotros seguiremos poniéndote los regalos con la misma ilusión. ¡No! Con la misma, no. Ahora con más ilusión porque compartimos un secreto que te convierte en “un paje especial” que pondrá más ración de chocolate a los Reyes Magos ¿verdad?”
La abraza con todas sus fuerzas. Le da las gracias por leerle la carta y por confiar en él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario