Medía casi dos metros, pesaba más de 140 kilos y a la mínima sonreía –lo cual escondía aún más sus ojos achinados- y soltaba un rotundo: “Nunca fui actor”. Y efectivamente, cualquier crítico exquisito asegurará que Carlo Pedersoli nunca tuvo talento para pasear por los caminos interpretativos. Pero daba igual: adonde no llegaba su talento alcanzaba su presencia; y él nunca paseó por el cine, sino que conquistó la pantalla a puñetazos. Pedersoli, para nosotros siempre será un mito, aunque no por ese nombre sino por su seudónimo interpretativo: Bud Spencer. Me acuerdo de pequeño ver todas sus películas y estos días puede que repase alguna. Ayer la gran figura de Carlo ha descansado en Roma cuando ya tenía 86 años. Aún así para los que fuimos adolescentes en los 80 y los 90, Spencer ha sido, es y será inmortal.
Os dejo con los 5 golpes de Bud Spencer, un vídeo del programa "La noche de..." que nos cuenta anécdotas y cosas del gran Bud. ¡Adiós Carlo!
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