Aquel día cojimos de nuevo el tren para viajar a los pueblos de Haarlem y Leiden, en el que sería el mejor día de todos. No es que los demás me lo pasará mal, pero lo que vimos en aquel día me gustó mucho.
Todavía no he hablado de los trenes. Es maravilloso que no tuvieramos que esperar a ninguno más de 15 minutos. Y no en Amsterdam o Rotterdam, ciudades más o menos grandes. No, incluso en pueblecillos turisticos, pero pequeños había un tren cada 10 minutos, 15 como mucho.
Pues cojimos uno de esos para ir a Haarlem. Un pueblecito donde nos encontramos con un mercadillo en la plaza mayor. La plaza como en todos con el ayuntamiento y la iglesia. Iglesia que visitamos por dentro y que con un papelen castellano pudimos disfrutar de varias cosas interesantes. Dentro había un organo que según el papel había tocado Mozart y algún musico más que ahora mismo no recuerdo.
También vimos la tumba de Fran Haals (o Patxi para los amigos), un pintor muy famoso holandes y que del cúal habíamos vosto unos cuantos cuadros en el Rijsmuseum. La vimos gracias a Iria que nos lo indicó todo hay que decirlo... Y eso que el farol que señalaba la tumba no era pequeño ni nada.
Después de pasear un poco por Haarlem, ver el consabido molino y algún canal fuimos de nuevo a la estación para volver a Rotterdam, pero en el camino parariamos en Leiden donde cogerñiamos un autobús para ir a Keukenhof.
La verdad es que cuando oí de ir a un parque con flores y así me dije "ya veras va a ser más aburrido...". Pero nada más lejano de mi intención. Me lo pase genial viendo las flores, haciendo fotos, ...
El parque no estaba en todo su esplendor porque los tulipanes no habían salido del todo., pero muchos haían salido y aunque no se veían todas las figuras que hacían, vimos algunas. Impresionantes las flores de los invernaderos que eran super grandes. Además en el último había un olor muy guay a flores. El molino estaba guay porque entramos y se veía un poco como era el mecanismo. y el laberinto, donde perdimos a Xabi, pero después lo encontramos. La pena fue el frio que hacía. Qué sobrado, corría un aire que te helaba por dentro. Pero bueno, recomiendo a todo el que vaya a holanda que vea el parque. Aunque sólo se abre de finales de marzo a finales de mayo. Aqui os dejo algunas fotos.
Después del parque volvimos a Leiden y dimos un paseo por el pueblo. La verdad es que me encantó. no sé si fue que el día había estado guay, pero hicimos un recorrido que nos habían dicho en la oficina de turismo y la verdad es que me encantó. Los edificios, los canales, los molinos,... Direís, pero si es lo que hay en todos los pueblos. Pues sí, pero no sé el porque, Leiden me gustó un montón.
Lo malo de nuevo el frio que podeís comprobar en la foto de la izquierda donde se ve lo abrigado que ibamos. y eso que para las fotos nos soliamos quitar para salir un poco.
El parque no estaba en todo su esplendor porque los tulipanes no habían salido del todo., pero muchos haían salido y aunque no se veían todas las figuras que hacían, vimos algunas. Impresionantes las flores de los invernaderos que eran super grandes. Además en el último había un olor muy guay a flores. El molino estaba guay porque entramos y se veía un poco como era el mecanismo. y el laberinto, donde perdimos a Xabi, pero después lo encontramos. La pena fue el frio que hacía. Qué sobrado, corría un aire que te helaba por dentro. Pero bueno, recomiendo a todo el que vaya a holanda que vea el parque. Aunque sólo se abre de finales de marzo a finales de mayo. Aqui os dejo algunas fotos.
Lo malo de nuevo el frio que podeís comprobar en la foto de la izquierda donde se ve lo abrigado que ibamos. y eso que para las fotos nos soliamos quitar para salir un poco.
Luego decidimos cenar en Leiden. En casa de Iria, la compañera de piso tenía una cena y no podíamos ir a cenar. Después de pensar un montón fuimos a un argentino. Parecía que era caro, pero como nos pusimos.... Por el dinero que pagamos la verdad es que nos pusimos las botas así que no fue tan caro. Por 17 € comimos costillas de cerdo por un tubo, buffet de ensalada y patatas fritas. Y las costillas estaban buenisimas. Bueno, solo hay que mirar la foto para ver lo llena que estaba la mesa.
Después para Rotterdam, que pensabamos que igual no había tantos trenes tan tarde. Pues no, los trenes seguían saliendo en 10 minutos. ¡Perfecto!
Ese día Pili y Xabi durmieron en un albergue. A poco no nos abren la puerta, más vale que salieron dos chicos y una voz que salía d euna cámara les dijo de coger las llaves de la habitación. Una cosa muy extraña. Volvimos Iria y yo por la calle a su casa y nos fuimos a dormir. Había sido un día muy cansado y nos esperaba el último día entero en Holanda. ¡Buenas noches!
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