domingo, 15 de marzo de 2009

Carnavales en Basel

En la noche del domingo al lunes (el lunes siguiente al Miércoles de Ceniza) Basilea se pone en pie a las 4 de la mañana. Al parecer es como el chupinazo aqui: la gente llena las calles disfrazadas, todos de buen humor,... A esa hora del comienzo del carnaval hacen el acto llamado Morgenstreichlas, que significa literalmente la «jugarreta matutina», porque los grupos que toman parte en el acto festivo inician su trayecto carnavalesco por las calles del centro a horas muy tempranas, despertando con sus pífanos, trompetas y tambores a los que todavía están en la cama durmiendo. Apagan las luces y todos los grupos con sus lamparillas puestas en la cabeza y tocando en la oscuridad del casco antiguo.

Como teníamos que madrugar el lunes no fuimos al comienzo del carnaval, pero ese lunes a la tarde cuando volvimos fuimos a ver qué ambiente había en la parte vieja. No sabíamos que nos ibamos a encontrar sobretodo Jorge que pensaba que no ibamos a ver mucha cosa. De la estación ibamos andando a lo viejo cuando oímos unos tambores y flautas. También Jorge se dió cuenta de que todo estaba muy guarro. Las basuras rebosaban, todo el suelo estaba lleno de confeti,... Cuando llegamos de donde venía el sonido un grupo de veinte personas disfrazadas tocaban una música como marcial. Jorge decía que era todo marcha y la verdad es que no parecía muy divertido, pero seguimos a lo viejo y ya vimos lo que nos sorprendió y mucho.

conforme llegabamos encontrabamos a muchos más grupos. Todo Basilea parecía que estaba en la calle. Todos los grupos iban disfrazados más o menos de lo mismo y con máscaras. Muchos llevaban un personaje en el medio que era como un cabezudo y también llevaban en el centro una linternas como de 2 metros con dibujos o tema que al parecer son cosas que han pasado . Los grupos se llaman Cliquen (grupos carnavaleros) y la mayor parte de las marchas interpretadas son de las décadas pasadas, aunque cada año se añaden nuevas.

Cada vez veíamos más gente y me tiraron confetti en la cabeza (tanto que después pusimos la casa de Jorge llena de estos papelitos). Vimos también el ayuntamiento de Basilea, que es muy muy bonito. Pero el espectaculo estaba en la calle. Apareció una carroza donde había gente disfrazada que tiraba papeles. Eran billetes de 0$ como criticando la crisis. Me cogí uno del suelo. Vimos pitufos, americanos, vacas, huevos,... La verdad es que el ambiente era increible, aunque como dice Jorge no había ningun borracho. Familias enteras disfrazas y muchos espectadores como nosotros. Vimos también un grupo que no llevaba tambores y flautas, era como una charanga. Tocaban música conocidilla y uno de esos cabezudo (que era un rey) hacía de director de orquesta. La verdad es que era divertido. No volvimos a ver nada más, pero fue una pena. Quizás deberíamos haber ido otro día porque estaba muy bien. El cansancio también tiene culpa, ya que el recorrer todos los días dos pueblos nos dejaba bastante valdados.

Lo que si vimos fue el confetti en todos los trenes que cogiamos y que iban a Basilea. Eso nos decía que Basilea estaba de fiesta. Bueno, incluso cuando acabo el carnaval a los cuatro días todavía el resto decía que había pasado algo diferente en la ciudad.

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