Os presento a Sierra Nevada, con esa belleza y majestuosidad alpina. Aquí no se ve mucha vegetación, pero después de ver tanto desierto , ver un poco de nieve, se merecía una foto.
Este, supuestamente, era un día de transición. Íbamos a ver pocas cosas y era para ir unos cuantos Kms en paralelo a esta gran cordillera. Al final vimos tantas cosas que he preferido cortar en dos entradas.
Nuestro primer destino era Mammoth Lakes, una zona de lagos, como la propia palabra indica, que en invierno tiene unas pistas de sky y en verano es una zona de ocio. La gente va a hacer piragua, canoa, tracking,... Eso fue lo que hicimos nosotros, visitamos varios lagos y de uno de ellos caminamos a otro al que no se podía llegar con el coche. Como era pronto y allí no hacía el calor que habíamos pasado el día anterior, nos pusimos hacer lo primero la caminata y luego visitar los miradores y demás lagos.
Llegamos a HorseShoe Lake, que es la foto de la segunda panorámica y seguimos un camino por un bosque de pinos muy bien preparado, con puentes sobre los riachuelos,... pero pronto nos dimos cuenta que aquel camino daba la vuelta al Horseshoe Lake y que no íbamos a llegar a McCloud lake que era a dónde nos dirigíamos.
Así que a pesar que el camino estaba muy bien tuvimos que volver y coger el camino correcto. Después de media hora de una senda más de monte y con más polvo (en la fotos están las pruebas), pero tampoco con mucha subida, llegamos a McLeod Lake. Un lago con unas montañas alrededor y un agua cristalina, donde no había mucha gente y estuvimos sentados descansando y respirando esa tranquilidad.
Luego cogimos el coche y vimos los Twins Lakes (¿a qué no sabéis por qué se llaman así?) de miles de sitios, puentes, miradores,.. y la verdad es que están chulos. Y luego comimos en uno de los lagos, bueno al lado que había unas mea con bancos como de picnic, perfectas para nuestros emparedados. En todos los lagos había una zona de estas como para comer. En un principio elegimos la sombra, pensando que haría calor. Error!! La altura se notaba y ya no hacía los calores que habíamos pasado.
El último lago que vimos, el George (me recordó a alguien de mi familia, no sé el porqué ;-)), con un puerto y una mole de piedra gigante enfrente, nos daba el adiós a uno de los sitios, que sin ser espectacular, creo que merece y mucho la pena.
De aquí seguiríamos en paralelo a la sierra hacía el siguiente destino. Dos de las cosas más curiosas que vimos en el viaje.