Nuestra primera visita fue a las famosas "Painted Ladies" en el vecindario de Alamo Square. Con ese nombre seguro que nos las conocéis, pero ¿si digo que son las casas de Padres Forzosos? Seguro que os suena, no? Al lado de un parque que estaba en obras estas casas son curiosas y hay más en San Francisco muy parecidas, pero estas son las famosas por aquella serie de televisión que todos veíamos de pequeños. De hecho ahora ha comenzado de nuevo y se titula Madres forzosas, porque son las hijas las que ahora se ocupan del hogar. Yo ví el primer episodio y la verdad es que era muy muy malo, aunque fue curioso ver a todos los actores con veinte años más.
Estaban relativamente cerca de nuestro hotel, así que fuimos andando y otra vez sufrimos las cuestas de esta ciudad. Lo que digan es poco comparado con estas cuestas. Como decía en la otra entrada para distancias largas mejor autobús o tranvía, que si encima no coges billete es bastante barato. Y no el tranvía turístico que está siempre a tope, muchas colas para cogerlo y nos dijeron que valía 6$. Además andando lo veías en casi todas partes ese símbolo de la ciudad que llevaba supuestamente 135 años en uso.
De las "Painted Ladies" fuimos también andando al bario misión. A mi me habían dicho que había muchas tiendas de antigüedades y demás, pero no sé si porque todavía era temprano o porque había que meterse a calles menos grandes y como no sabíamos tampoco estuvimos mucho. Allí vimos la Misión San Francisco de Asís, el edificio más viejo de todo San Francisco y el que le da el nombre al barrio.
Al lado de Misión está Castro, este es conocido como el barrio de los homosexuales. Se nota enseguida, banderas multicolores en todas las farolas, los pasos de cebra, los grafitis,... Allí empezó la historia de Harvey Milk, que Sean Penn hizó en el cine. Allí abrió un local de venta de cámaras fotográficas y comenzó a involucrarse como activista LGBT, Además en la acera varios famosos homosexuales y frases celebres suyas. No podía faltar Lorca. A ese barrio la verdad es que llegamos a una hora dónde los comercios ya estaban abiertos, así que vimos que tenía más ambiente. Nunca mejor dicho ;-)
De allí, cogiendo un autobús, porque estábamos cansados y estaba lejos, nos acercamos a "Twin Peaks". Si se llama como la serie de David Lynch, pero no tiene nada que ver. Son unas pequeñas colinas desde dónde se ve San Francisco en todo su esplendor. Un poco de subida, no mucha , y ver la inmensidad de San Francisco merece la pena. Allí pudimos ver las cuestas, pero desde otro punto de vista.
Nuestra siguiente parada fue un parque que hay en parque cercano que tenía un acuario, un planetario, un parque botánico,... todo muy caro por otra parte. Todo tenía un precio estándar de 10$, hasta tenían un jardín japonés que pensamos que sería en plan Yamaguchi y de nuevo había que pagar 10$ por entrar. Así que vimos que era muco dinero y que la visita de estas cosas nos iba a quitar tiempo para ver otras cosas de gratis, así que preferimos seguir con nuestro camino. Eso sí después de recorrer casi todo el parque. Imaginaos que parque debía ser que estábamos muy cansados después de recorrerlo sin ver nada realmente.
La idea era salir del parque en autobús, comer e ir a otro parque para ver si veíamos el Golden Gate, aunque desde Twin Peaks ya habíamos visto que estaba en niebla como siempre. Al parecer en primavera y verano la niebla es algo casi seguro en la bahía de San Francisco, de hecho habíamos tenido bastante suerte que Alcatraz no estuviera con niebla el día anterior. Pero en el camino al parque del Golden Gate no vimos ninguna zona de restaurantes, así que llegamos hasta el mirador del Golden Gate. Aunque seguía con niebla y no pudimos hacer la foto tan característica de esta ciudad, vimos que la estructura de los cables del puente está llena de más cables, como veis en la foto y además entramos en la tienda de merchandising del puente y la verdad es que compramos un montón de cosas. Eso sí a cambio el hambre llegaba a nuestros estómagos.
Después de comer en un italiano, aunque no en la zona de Italia. Habíamos visto el día anterior que había una zona con banderas italianas en las farolas y todo restaurantes de pasta y pizzas y era lo que buscábamos cuando caímos en otro cercano y nos quedamos allí. Teníamos demasiada hambre para buscar más.
De allí volvimos a Chinatown, ya que estaba cerca y no habíamos visto bien la primera noche, además Iria nos dijo que a la mañana y a la tarde había tiendas que sacaban sus productos a la calle y parecía un mercado. Y así fue, vimos, sobretodo a personas del país oriental, comprando sobretodo verduras. Algunas mujeres mayores hasta se peleaban. Vimos también de esas tiendas que entras y no sabes ni que productos estás viendo. La verdad es que el ambiente estaba muy chulo y así ese barrio me gustó más. Me pareció más diferente al que había visto en Nueva York. Al final es la población más grande de origen chino fuera de china y eso se tenía que notar. Allí hice muchas fotos de cómo compraban, que serán seguro alguna de las que pondré en una serie de fotos que hice para mostrar la vida en los USA. La verdad es que tengo varias, si algún día las pongo en algún sitio de Internet ya os las enseñaré.
De allí de nuevo fuimos hacía la zona del puerto 39, como para cenar, pero todo estaba o lleno o era muy caro. Así que volvimos ha acercarnos al hotel para comer nuestra la que creíamos que sería nuestra última hamburguesa, aunque luego en el aeropuerto comimos la última de verdad. De allí al hotel andando posando como todas las noches por la opera, el edificio de los militares y el ayuntamiento que aquella noche estaba iluminado. No sabemos el porqué. A mi me gusta pensar que alguien en la ciudad sabía que tres personas mañana saldrían para el aeropuerto y en modo despedida encendieron las luces. ¡¡Vaya imaginación!!
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