Para subir tienes varias alternativas. Un tren de cremallera, un taxi o bien como hicimos nosotros nos fuimos con un hombre que nos dijo que por el mismo precio nos subía además del Cristo a otro mirador y que después nos llevaría a Ipanema o a Santa Teresa para verlo o a dónde quisieramos. La verdad que al principio pensamos que habría truco, pero al final dijimos que sí y mereció la pena.
En un comienzo él (el chofer, no sé cómo llamarlo...) nos decía de ir al primer mirador y después al Corcovado, pero como había unas nubes al final le dijimos de subir lo primero al Corcovado. Qué vistas!!! Y el cristo como digo impresiona. Después de multiples fotos (pondré algunas en la entrada) fuimos al mirador que está un poco más abajo. Allí Titi y Maider disfrutaron dandoles de comer a los monos y un negrico nos hizó las típicas fotos con el cristo en la mano y demás. Bueno, también hizó otras que no nos esperabamos...
Luego nos llevó a Santa Teresa el chofer que muy majo en portuñol nos explicaba todo perfectamente. Algunas con un poco de miedo, pero subimos en el tranvía y nos dió un paseo por Santa Teresa. Y por fin vimos la realidad de Rio. Necesitaba ver algo que no fuera como de playa y con gente pobre y con pintadas en las paredes y no tan limpio. Por fin vi lo que creía que era Rio y me encantó. Es una de las cosas que más me han gustado de la ciudad. Una vez pasados los arcos de Lapa nos bajamos del tranvía. Preguntamos donde estaba la catedral y el conductor del tranvía fue tan majo que bajó y salío de la estación para decirnoslo.
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