Había también varios restaurantes, bares de copas y cafeterias. Destacar el Beach Sucos, que era donde desayunabamos casi todos los días. Por dos euros tomabamos un zumo natural (había de todas las frutas que os podaís imaginar), un café (los que quisieran) y una Muffy (es una magdalena con pepitas de chocolate). Nos trataban muy bien y ya llegaron a conocernos los camareros.
También había otro sitio en donde desayunamos un día que más vale pedir un desayuno para compartir (como muy bien nos aconsejo Maria). Este era un poco más caro, pero qué desayuno!!! Queso, jamón, una fruta, café (como para repetir), panes,... No podíamos más.
Luego la playa de Ipanema, que es algo que todo el mundo conoce, fue un poco raro. La playa estaba como a 10 minutos de la casa de Maria. En la playa hay chiringuitos para tomarte un coco (Recomiendo hacerlo con el atardecer si teneís suerte y sale soleado, claro). Y en la playa también hay unos chiringuitos donde puedes alquilar una hamaca, una sombrilla,... Ellos te llevaran la bebida hasta tu sitio. Y todo bastante barato. Para ir a la playa dicen que es peligroso llevar muchas cosas de valor. Lo mejor comprate un pareo (aunque seas chico) y con eso y algo de dinero suelto para tomarte alguna cosa suficiente.
Después hay unos puestos que son los que marcan el sitio donde estás. Nosotros estabamos entre el 8 y el 9. El 8 es el puesto supuestamente de los gays (las banderas de colorines lo delatan) y el 9 es de las brasileñas macizorras. Bueno, pues gays si que había, pero tías nada. Ni siquiera vi un tanga. Eso fue bastante decepcionante. En cambio los tios estaban cuadrados. Se machacan y se levantan antes para hacer ejercicio. Solo me canso de pensarlo. Sobre las chicas, quizás es que concidió que el fin de semana no hizó muy bueno y los brasileñas no fueron a la playa.
Otra cosa que me sorprendió fue que pensaba que el agua sería transparente, calmada y caliente. Pues no. De hecho Ipanema significa aguas bravas o algo así. Qué olas!!! Ni en Zarautz!! Te llevaban de donde estuvieras hasta la mismisima arena y después hay que tener cuidado con la resaca.
Lo más divertido de la playa es que puedes comprar todo lo que quieras. Pasan gente con bikinis, bebidas, pinturas (Ana volvió a caer con Jeronimo), e incluso Gambas!!! (Camarones como se dice en Portugués) Puedes comprar lo que quieras y sobretodo pareos que hay cada 50 metros.
El Paseo de la playa tiene un mosaico característico con el que se diferencia Copacabana de Ipanema y la verdad es que el ambiente estaba muy bien. Pena no haber visto a la "Chica de Ipanema" (O Garota de Ipanema), aunque sí que vimos a la "Bragota de Ipanema"!! Qué buena Titi!!!
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